viernes, 12 de junio de 2015
Recaída
Pasa el tiempo y el principio del verano me recuerda experiencias que había olvidado en años pasados. Hace no mucho, y no recuerdo por qué, recordé la sensación que uno tiene cuando cree saber que hay alguien para él. Una persona que, a pesar de no estar siempre de acuerdo contigo, siempre está ahí, y no hablo de un buen amigo (que por suerte también los tengo).No, me refiero a la sensación de tener a alguien que se preocupa por tí de una manera más profunda. Alguien a quien cuando abrazas, el tiempo para de correr, pero cuando besas, lo acelera como si fuera espoleado por un jóker.
Sinceramente no entiendo por qué me da síndrome de abstinencia ahora. ¿Por qué razón echo de menos un "Te quiero" al oído? ¿Tan bajas me han dejado mis defensas los exámenes? No tiene mucho sentido porque la PAU me resultó mucho más estresante. Quizás es por que últimamente he estado más cerca de parejas y de los problemas que tienen día a día y ello me haya traído recuerdos, no lo sé realmente, lo único que sé es que vuelvo a tener ese agujerito interior, que me hace sacar a flote recuerdos olvidados con tal de llenarlos, cuando esto es como poner paja sobre un fuego para intentar apagarlo.
También sigo con la idea de que tengo que cambiar por mí mismo, adaptarme a la realidad de que en la vida las personas buenas no consiguen nada, solo consiguen ser el apoyo de las no tan buenas en su ascenso por la vida.Sin embargo no encuentro la manera de alterar a mi mismo, sin alterar mi manera de ser, es decir, no es que quiera dejar de ser lo buena persona que soy en el sentido de que tiendo al altruismo con las personas que me importan, pero una persona no puede ser buena con unas personas y luego mala con otras...¿ Cómo una persona asume que otra es mala, y como dejaría una persona de ser buena para ser mala...? Éstas y otras muchas cuestiones son las que me retrasan el cambio.
Hace poco encontré 4 palabras para poder definirme: inteligente, bonachón, rencoroso y orgulloso. Y todas me parecen contrarias a como una persona triunfadora es. Es decir que para llegar a triunfar en más aspectos de mi vida deberia ser no inteligente, sino astuto.No bonachón, sino egoísta. Poder perdonar pero sin dejar de olvidar y poder tragarme el orgullo para conseguir avanzar. El problema está en que cuando lo pienso fríamente... Cuando cambie todas estas cosas, ¿Seguiré siendo yo mismo? La respuesta es obvia, no. Pero por mucho que las personas de mi entorno mas cercano me digan que no debo cambiar, que ya encontraré a quién me aprecie tal como soy, que quizás soy muy joven para preocuparme por esto.. No dejo de pensar en que quizás en un entorno donde yo sea un desconocido, esta serie de cambios me harían tener un éxito relativo bastante mayor, y si esto es así, ¿Vale la pena el cambio por el éxito? Ahora mismo no hay nada claro al respecto, así que parece que tendré que aguantar un poco más la recaída al síndrome.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario